Un defensor del folklore

Mano a mano con Guido Cerri, el joven cantante y guitarrista de folklore, que con tan sólo 14 años ya grabó un disco y tiene en camino su segundo cd

Guido Cerri es cantante y guitarrista de folklore con tan sólo 14 años. Le dedicó toda su vida a la música, con un disco grabado y otro en proyecto el joven Defensor del Folklore contó con mucho entusiasmo lo que significa para él la música y el camino de su carrera artística

- ¿A qué edad comenzaste a cantar?

- A los siete años, y al año siguiente ya estaba grabando mi primer cd con una banda,en la que somos cinco en total. Yo me encargo de la voz y la guitarra. Un amigo tenía todo el material para poder grabarlo, pero no tenía estudio; yo vivo en Fabrica Militar donde las casas tienen buena acústica ya que las paredes, puertas y ventanas son gruesas. Esa tarde desconectamos todo lo que era eléctrico para que no se escuche ningún sonido y grabamos el disco en una semana aproximadamente.

Ahora estamos grabando otro que va a salir a mediados de mayo aproximadamente. En este tiempo aprendimos muchísimo, estamos corrigiendo constantemente todo lo que tiene que ver con las palabras, la respiración y demás. En el primero que grabamos no éramos tan exigentes con esas cuestiones, no tenia esa magia y dedicación que estamos logrando con el actual. Ahora estamos haciendo todo como se debe y desde un lugar más profesional.

- ¿Cómo aprendiste a cantar?

- Antes no me gustaba, mi fuerte era y sigue siendo la guitarra, pero le estoy poniendo más empeño a todo lo que tiene que ver con la voz. Empecé a tocar guitarra cuando tenía cuatro años y a medida que fue pasando el tiempo me entró el deseo de aprender a cantar porque de alguna forma me manejaba bien con un micrófono, pero elegí perfeccionarme. Así fue como terminé yendo a clases, pasé por varios profesores de guitarra y canto. Actualmente me estoy tirando más por lo que es cantar.

- ¿Y a tocar la guitarra?

- Yo siempre me maneje bien con los rasguidos, los acordes, sabía puntear y demás. La primera vez que fui a clases de guitarra tenía 4 años, pero inicié tocando algo, sigo aprendiendo día a día con los muchachos de la banda que me acompañan. En este momento no tengo un profesor de guitarra, aprendemos todos juntos uno del otro.

- ¿Tocas otro instrumento?

- Si, el bombo, charango, un poco de acordeón. Me encantaría aprender a tocar bien el piano, pero lo principal es la guitarra.

- ¿Tu familia también está ligada a la música?

- No, de mi familia ninguno canta ni tocan instrumentos. Mi tío materno toca un poco guitarra, pero no demasiado, y mi bisabuelo tocaba el acordeón. Además, todos los bisabuelos de mi mamá eran salamanqueros, es un grupo que se arma y de ahí surge la fiesta de la Salamanca. Pero actualmente en mi seno familiar nadie se vincula con la música, yo soy el único.

“Cantar es mi diversión, dedicación y sentimiento. Me encanta y lo disfruto muchísimo"

-¿Por qué elegiste el folklore? - Siempre me gustó, en mi familia materna son todos santiagueños, imagínate que en el norte y el campo están constantemente escuchando folklore. Crecí con eso, con el chamamé, las recitadas y demás. Si tengo que elegir algo del género me quedaría con la chacarera, además cuando era chiquito las sambas me aburrían, lo veía todo como un juego. Ahora no, me encuentro con responsabilidades y compromisos, tengo actuaciones casi todos los fines de semanas, hacía cosas que hoy en día no puedo hacer porque debo tener ciertos cuidados. Pero es lo que elegí, eso es lo bueno del folklore porque expreso lo que me gusta y de la forma que me gusta.

- ¿Cómo fueron tus inicios?

- La primera vez que me subí a un escenario tenia 5 años, tocaba el charango en una orquesta y nos presentamos en el escenario mayor de un festival en Granadero Baigorria. Era enorme, a mi me temblaban los pies de los nervios que tenia en ese momento. Mientras que la primera vez como solista tenía 9 años recién cumplidos, fue en el predio del ferrocarril de Fray Luis Beltrán, también estaba bastante nervioso y no me salían las palabras, hoy en día capaz que me tienen que sacar el micrófono para que deje de hablar. Cuando uno ve a la gente que reacciona aplaudiendo, cantando y bailando ahí te vas tranquilizando, pero esa primera instancia en que subís al escenario y cantas la primera canción es muy difícil no estar nervioso.

- ¿Cómo surge el apodo “Un defensor del folklore”?

- Surgió en 2017. Mi familia es muy unida a la familia de Mario Pino, un relator de jineteadas fallecido hace diez años. Una tarde estaba con Milton, uno de sus hijos, en Entre Ríos y hablábamos de que es lindo avanzar con esto del folklore y la música en sí. Entonces me aconseja que tenia que ponerme un apodo e instantáneamente dice ‘defensor del folklore, porque vos defendes el género a tan corta edad. Es el apodo ideal’. Al principio dude, pero la gente hoy en día me recibe como Guido Cerri, un defensor del folklore.

- ¿Sentís que creciste como músico? - La verdad sí, siento que maduré porque tuve que dejar de hacer muchas cosas que un chico de mi edad hace con total normalidad ya sea juntarme con mis amigos a jugar un partido de futbol, tomar un helado o simplemente transpirar. En invierno yo no puedo transpirar porque al día siguiente estoy sin voz, no puedo hablar. Me encantaría aprender natación, pero los tiempos no me dan, así como también me gustaría jugar futbol en un club, pero los fines de semana que tengo presentaciones no podría jugar, o días de semana que tenemos ensayo con el grupo se me complicaría muchísimo ir a entrenar. Además, me cuido la voz y trato de evitar el helado o el hielo.

“No me canso de lo que hago, hace un tiempo atrás tuve un accidente en el que me corté un dedo y no pude tocar la guitarra por una semana y media. La pasé muy mal, todo el tiempo estoy cantando o haciendo algo relacionado porque amo la música”.

- ¿Cómo te sentiste cuando te diste cuenta de todo lo que lograste a tan corta edad?

- Todavía no caí porque fue todo muy de golpe. Verme en la televisión es algo muy loco, presentarme en festivales que yo veía sentado en mi casa. El año pasado fui con un amigo y sus padres a ver a Abel Pintos a San Lorenzo y la mamá de mi amigo me dijo “mirá Guido cuando estés acá el año que viene” y yo lo veía como algo imposible, pero al año siguiente me presenté en ese mismo lugar y escenario. Realmente nunca hubiera imaginado que con 14 años iba a estar en tremendos festivales, me tocó cantar en el Festival de la fiesta del Ternero que vio a Soledad Pastorutti crecer, a artistas que hoy ya no están como Horacio Guaraní. No se como digerir que me hagan entrevistas, que me estén esperando atrás del escenario para sacarse fotos conmigo, que personas de otras provincias viajen para verme. Es algo que no tiene precio y sinceramente no se como recibir todo lo que me pasó y me sigue pasando. Me cuesta entenderlo, pero soy consciente de que dejó de ser un juego y que ahora es un trabajo.

- ¿Tenes algún ídolo?

- Me gusta mucho el indio Rojas, el hermano de Jorge Rojas, porque no se va de lo que es el folklore, admiro su música y como la canta. También sigo a "La Sole", suele pasar que muchos dicen que ella no hace más folklore pero la realidad es que si uno no va a verla a un recital va a seguir en esa idea, arriba del escenario hace música que le gusta a gente de todas las edades. Tuve la oportunidad de conocerla en la Fiesta del Ternero y es una excelente persona. La verdad no tengo un ídolo, tengo millones que me representan en todo sentido.

Guido Cerri iba a estar presente el 11 de abril en "La Tacuara" de Granadero Baigorria, pero debido a la pandemia del coronavirus la fecha será postergada por razones de público conocimiento.