Carolina Tanoni (Bake Off): “Hay que animarse, salir de la zona de confort y querer cumplir sueños”

Autora: Naiara Forno Repleta de humor, simpatía y humildad, Carolina nació en San Miguel de Tucumán con mucha pasión por la pastelería, el deporte y la educación. Con su talento se convirtió en participante de “Bake Off Argentina” y ya tiene más de 62 mil seguidores en Instagram

Carolina “La tucu” Tanoni fue la última participante eliminada Bake Off, la competencia gastronómica de Telefé que tiene como conductora a Paula Chaves y de jurado a los reconocidos pasteleros Christophe Krywonis, Damián Betular y Pamela Villar. Pastelería, educación y deporte Además de su pasión y talento por la pastelería, hay otro factor importante en su vida, la educación especial. “Todavía estoy estudiando, pero eso ahora quedó trabado porque me aboque a la pastelería ya que el programa ayudó a que tenga muchos más encargues de tortas durante la semana”, explicó la joven.

Asimismo, el deporte no lo deja a un lado, ya que desde chica jugaba al hockey y hace dos años es jugadora de “Las White F.C” junto a sus amigas. “Son mis amigas de toda la vida y las amo, son un pilar muy importante. Varias habíamos dejado de jugar al hockey por temas de facultad y trabajo, pero hace un tiempo nos juntamos a jugar al fútbol con nuestros DTs Juan y Javier”, contó Carolina.

Por otra parte, en cuanto a sus inicios en el mundo de la pastelería, dijo: “Esto comenzó desde muy chica, veía mucho utilísima y cocineritas, entonces estaba todo el día cocinando. Además en mi casa siempre me han dado esa chance de hacer lo que quisiera, me decían ‘ahí vos tenes una cocina, hace lo que vos quieras que está todo bien’. Nunca me han dicho un no, así que desde pequeña me la pasaba cocinando” contó Tanoni, quien vive con su mamá, su hermano y su abuela. Sin embargo, su padre no quedó fuera, ya que tiene la suerte de probar las deliciosas comidas que le envía en vianda. A su vez, Caro no dejó de recordar cuándo y cómo surgió su entusiasmo por la pastelería, y nombró a Gladys, quien la cuidaba cuando era niña: “Con ella inventábamos cumpleañitos, entonces con lo que había en la heladera yo tenía que armar tortas. Pobre, siempre se sentaba conmigo en una mesita con una silla chiquitita en la que no entrabamos las dos, pero hacíamos tortas y cumpleaños todos los días”.

“Dudaba porque me daba mucha vagancia grabar el video y todo eso, así que estaba ahí como que no tenía ganas, pero mi hermano vivía preguntándome si ya lo había filmado” - Caro Tanoni.

Salir de la zona de confort En Tucumán, su hermano siempre es el encargado de probar todo lo que inventa, para que “después la comida pase a los demás integrantes de la familia”. Por tal motivo, además de su talento, él fue una parte fundamental para que llegue a ser participante de la competencia de pasteleros, ya que con su insistencia logró que Caro envíe el vídeo con el que después de algunos castings, se convertiría en una de las elegidas por la producción de Bake Off El Gran Pastelero.

La historia comenzó cuando se enteró que desde Telefé estaban recibiendo videos para quienes quieran postularse como participantes de la competencia de cocineros. “Había que mandar un video, que después me enteré de que debía ser hasta cinco minutos, y el mío fue de diez – dijo entre risas la participante - Así que perdón a los que tuvieron que ver el video. Debíamos subirlo a YouTube o mandarlo por mail. En esa oportunidad hice un cheese cake de pochoclo, que es el mismo que hice en el programa número tres”, contó Carolina. Sin embargo, la situación no fue tan fácil, ya que a su hermano le costó mucho convencerla para que se postule: “Dudaba porque me daba mucha vagancia grabar el video y todo eso, así que estaba ahí como que no tenía ganas, pero mi hermano vivía preguntándome si ya lo había filmado”.

Se decidió. Lo hizo y lo subió un miércoles. “El día jueves yo estaba haciendo unas prácticas profesionalizantes en un colegio de Tucumán y me llamaron de un numero de Buenos Aires, lo que me parecía súper raro porque siempre cuando te llaman es una compañía telefónica o algo que te quieren vender. Así que lo que hice fue atender y me dijeron ‘Hola Caro, soy Quique del casting de Telefé’, yo estaba en un colegio secundario, con griterío y me temblaba todo el cuerpo. En esa llamada me dijeron ‘tenes que venir la semana que viene a Buenos Aires’ y yo dije ‘ay bueno si, pero para, llámame en una hora’, porque de verdad no podía ni pensar lo que me estaba diciendo. Respiré un poco y me tranquilicé, pero después tardaban y ya imaginaba que no me iban a llamar más. Le había dicho que me llame a las 13 y eran las 14.30 y todavía nada. Pero después lo hicieron y tuve que viajar a Buenos Aires”, contó.

"Me comunicaron que había quedado, estaba muy contenta y a la vez no podía decirle a nadie por tema de contrato" - Caro Tanoni.

Un paso y adentro Debía ir desde Tucumán hasta Buenos Aires y llevar algo cocinado por ella misma, no fue tan fácil: “Mi mejor amiga vive allá, pero prefería hacer algo en mi casa, con mi horno y mis cosas que yo conozco y así llevar algo rico. Así que hice un brownie de chocolate picante, en la casa de mi amiga le puse merengue, y con eso fui al casting”. Después de la primera prueba la volvieron a llamar y ahora debían cocinar delante de todos y con cámaras. ¿La prueba? Una torta.

Carolina Tanoni regresó a Tucumán con la incertidumbre de no saber si sería seleccionada o no, pero el día llegó. “Me encontraba en un jardín haciendo las prácticas profesionales de mi carrera. Nunca tengo el celular encima porque soy muy respetuosa de mi trabajo, pero ese día tuve una corazonada y dije ‘lo voy a tener conmigo en el delantal’. Me sonó, le pedí permiso a la seño y me dijo que atienda tranquila. Lo hice, eran ellos. Me comunicaron que había quedado, estaba muy contenta y a la vez no podía decirle a nadie por tema de contrato. Sólo lo sabían mi mamá, mi papá y mi hermano porque debía irme a Buenos Aires y necesitaba que me paguen el pasaje”, confesó “La Tucu”.

“Me sorprendió la humildad de todos, del jurado y de Paula (Chaves). Con el jurado nos sentábamos a desayunar todas las mañanas, después de grabar nos tomábamos unos mates" - Caro Tanoni.

De Tucumán a la pantalla Llegó el día de la primera de jornada que duró aproximadamente dos meses de grabación en la carpa de Bake Off y Carolina recuerda sentirse bien y segura, ya que iba a cocinar una torta que hacía siempre en su casa: “Estaba contenta y ansiosa por que comience el juego”. Además, remarcó que había mucho apoyo y compañerismo entre los participantes, por lo que “era una competencia pero no se competía”, ya que si se necesitaba ayuda podías apoyarte en el otro. “Tuve pocas veces donde me largué a llorar, que fue en los últimos capítulos porque ya estaba muy cansada. Había algo que no me salía y ya era como que explotabas. Pero pocas veces me enojé, todas las devoluciones que me dieron las tomé de la mejor manera”.

Caro fue eliminada por primera vez, pero después hubo un repechaje y pudo regresar a la carpa para volver a participar de la competencia. Sin embargo, las pruebas no serían sencillas: “Entre mi primer ingreso y el segundo noté diferencias porque los retos eran mucho más complicados que antes. Sentí que se estaba poniendo difícil la situación. Además me enteré que iba a volver a la carpa ahí en el momento. Obviamente sabíamos que había un repechaje, pero no sabíamos nada más. No sabíamos cómo era que volvíamos ni que los participantes elegían quién entraba. Nos enteramos en el mismo momento en el que Paula (Chaves) lo dijo. Fue muy lindo”.

Asimismo, lo que más puede sorprender a aquellas personas que viven este tipo de oportunidades, es el mundo de la televisión y el poder encontrarte con personas que sólo se tiene la posibilidad de ver por la pantalla o, en algunos casos, en teatros. Por esto, Caro no fue la excepción: “Me sorprendió la humildad de todos, del jurado y de Paula (Chaves). Con el jurado nos sentábamos a desayunar todas las mañanas, después de grabar nos tomábamos unos mates. Me parece que esa cotidianeidad que se había hecho era muy buena. Pensábamos que ellos iban a tener su lugar, que no nos iban a dar bola. Pero no, nada que ver. Los cuatro eran re mil humildes, se sumaban al grupo, no tenían drama. Al principio era como re loco, pero tampoco les queríamos pedir fotos ni esas cosas, después ya éramos todos parte de un lindo grupo. Trabajamos todos los días desde muy temprano. Llegábamos a Pilar a las 8 y estábamos ahí hasta las 17. Eran todos muy buena onda, nada me desilusionó”.

“Aprendí a que una competencia puede volverse muy sana, que eso es lo importante y el mensaje que dimos todos. Claramente va a haber un ganador, pero no nos matamos entre nosotros" - Caro Tanoni.

Lo que dejó Bake Off El compañerismo y la amistad fueron un pilar fundamental en la vida de Caro Tanoni para poder estar bien en Buenos Aires, ya que muchas veces extrañaba su ciudad, amigas y familia. Sin embargo, siempre hay algo bueno por delante y personas que siempre quedarán: “Me hice muy amiga de Agus (Fontela), de Gerardo y de Angelo, estábamos todo el tiempo juntos. Convivía la mayor parte del tiempo con ellos tres. Vivíamos los cuatro juntos de un lado para el otro y eso la verdad que me ayudó mucho. Hasta el día de hoy seguimos en contacto, habló todo el tiempo con ellos y son un sostén. Todos hicimos un grupo re lindo”.

A su vez, Carolina comentó que el programa le dejó muchos recuerdos y nuevos conocimientos. Sin embargo, remarcó una enseñanza muy linda y notoria en las transmisiones de Bake Off: “Aprendí a que una competencia puede volverse muy sana, que eso es lo importante y el mensaje que dimos todos. Claramente va a haber un ganador, pero no nos matamos entre nosotros. Aprendí a tener amigos de todos lados del país, con diferentes historias, edades, culturas, y todos nos supimos llevar muy bien. Hasta el día de hoy no me quiero separar más de algunos. Y hay una frase que siempre tengo: ‘De ser valiente nadie se arrepiente’. Hay que animarse, salir de la zona de confort y querer cumplir sus sueños”. Carolina Tanoni quedó eliminada del programa de Telefé el pasado domingo, pero la experiencia vivida le dejó recuerdos, aprendizajes, sueños y metas que cumplir. Planea un futuro en el que logre recibirse de maestra de educación especial, y también plasmar esos conocimientos al mundo de la pastelería. Con humor, carisma, simpatía y humildad, desea recorrer el país enseñándole a cocinar a aquellas personas que por algún motivo no se animan, para que de alguna u otra manera sus conocimientos lleguen más allá.

Quedate en casa.