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Laura Junco: “Hijo, seguiré nombrándote hasta mi último suspiro”

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    Punto Seguido
  • 18 jul 2020
  • 8 Min. de lectura

Autora: Mailén Novicci En el día de su cumpleaños, recordamos a Santiago Leguizamón, con la voz, lucha y dolor de Laura Junco, su madre. El joven fue atropellado en enero de 2017 y falleció en marzo de aquél año en el Sanatorio Británico de la localidad de Rosario

Fotografía: Gentileza Pablo Soria (Criterio Informativo)

El sábado 21 de enero de 2017 comenzó como un día cualquiera para Santiago Leguizamón y su familia. La “fiesta de Pacuces” (clásico festejo sanlorencino del barrio Los Pacuces) se llevó a cabo esa noche y el joven se hizo presente junto con su grupo de amigos. “La noche de la fiesta mis hijos Manuel y Santiago salieron por separado, Manuel salió en su moto y Santiago tomó un taxi junto a un amigo. Lo saludé y le dije 'cuidate', esa fue la última vez que pude hablar con él, explicó Laura Junco, su mamá.

Una vez que concluyó la fiesta, se dirigieron a la casa de uno de los jóvenes a tomar mates, pero, entre las 6 y 7 de la mañana, Santiago decidió ir hasta la panadería “Sabores” manejando la moto de su hermano, quien la había dejado en esa casa explicando que “Santi estaba bien”, haciendo referencia a que no se encontraba bajo los efectos del alcohol.

A las 6.45 del domingo, mientras el joven manejaba en dirección al norte por Avenida San Martín, una camioneta Renault Master apareció por la calle 3 de febrero, conducida por Paulo Antonio Maggioni (por entonces de 23 años) quien chocó al conductor de la moto. El adolescente salió despedido de la misma, mientras que Maggioni se retiró del lugar por calle 3 de febrero sin prestar auxilio a la víctima y arrollándolo nuevamente. Cerca de las 14 del mismo día Paulo junto con un abogado se presentaron en la comisaría de San Lorenzo, facilitando que se realicen las pruebas de alcoholemia correspondientes, que dieron positivas.

"La crueldad de lo que mi hijo padeció no la puedo digerir" - Laura Junco, madre de Leguizamón.

La lucha de Santiago

A pesar de la gravedad del choque, el chico de 18 años fue trasladado con vida, apenas 15 minutos después, al hospital Eva Perón de Granadero Baigorria. Sin embargo, nadie imaginó la intensidad del accidente​, e incluso su madre creyó que había sufrido pequeños golpes y quizás una quebradura mínima, pero no fue así. Cuando me enteré de que Santi fue trasladado al hospital Eva Perón me di cuenta de que era grave. Me paralicé, me alteré y me puse muy nerviosa. Fue una situación horrible, lo recuerdo muy bien porque fue el momento en que me di cuenta de que esto iba a ser muy difícil”, agregó la mujer.

Gravemente herido y en estado de coma, el joven presentaba fractura de tórax, edema pulmonar y fractura expuesta de pelvis. Además, el adolescente tenía golpes superficiales de alta magnitud en consecuencia del arrastre sobre el asfalto.

Asimismo, había ingresado con un golpe en la cabeza producto del impacto y de no usar casco, pero el resto de las complicaciones que presentaba se dieron por el aplastamiento. Su salud era muy grave debido a su condición neurológica, ya que la dificultad en su pulmón provocó que no respire bien y el dióxido de carbono, que él debía liberar de su cuerpo, se alojaba en su cerebro. Por lo que su mamá manifestó que si ese edema pulmonar no hubiera existido “quizás el destino hoy sería otro y Santiago hubiera tenido una posibilidad”.

Luego de eso, fue trasladado al Sanatorio Británico donde estuvo cuatro días en una habitación ya que se encontraba estable. Lamentablemente, su estado empeoró debido a que sus riñones dejaron de funcionar y volvió a terapia intensiva. "Cuando lo llevaron a terapia supe que era el final, lo presentía y al médico le pedí que no lo dejen morir solo, nada más", confesó su madre.

Santiago Leguizamón falleció el 7 de marzo a las 12 del mediodía y su familia lo despidió con una canción que fue compuesta por él mismo, mientras le decían que lo amaban y que “se podía ir tranquilo" porque nunca lo iban a olvidar, para después agregar que iban a "buscar justicia”.

Entre lágrimas, la madre de Santiago dijo: “Lo que más me duele es la agonía que vivió, yo sé que el fallecimiento lo voy a llevar como algo que me va a acompañar porque no es mi enemigo, es alguien que está acá, conmigo. Pero la crueldad de lo que mi hijo padeció no lo puedo digerir”.

El juicio

La lucha, impulsada por el deseo de conseguir justicia para el joven asesinado, comenzó el día de su muerte. “Sabíamos que si Santiago sobrevivía quedaba en estado vegetativo y que no iba a tener un cambio, por patologías que se encontraban en su cerebro – confesó una de sus amigas –. Verlo en ese estado y cruzarnos con su asesino en la calle como si nada se mezcló con dolor y bronca”. De igual modo le pasó a Laura Junco, que se cruzó con el joven homicida reaccionando de una forma “violenta”, ya que comenzó a gritarle. A pesar de eso, explicó que “era necesario que pase eso, porque fue el comienzo del fin”.

El juicio comenzó el lunes 6 de mayo en los Tribunales de San Lorenzo, y la fiscal Melisa Serena le atribuyó a Paulo Antonio Maggioni el delito de homicidio​ culposo ocasionado por la conducción imprudente e inexperta de un vehículo automotor, agravado por las circunstancias de darse a la fuga y no socorrer a la víctima, con un nivel de alcoholemia superior a 0.5 gr/l. De la misma manera, se solicitó la pena de 4 años de prisión efectiva y 8 años de inhabilitación para conducir.

Una de las testigos declaró no conocer a Santiago hasta el momento del accidente y afirmó que salió junto a otra chica del boliche “Muaa”, el mismo en el que se encontraba el acusado. La mujer relató que vio una moto circular por la Avenida San Martín a una velocidad normal y que la camioneta “salió de la nada” embistiéndolo y dándose a la fuga mientras “lo pasó por encima y lo terminó de pisar con las ruedas traseras”. Además, coincidiendo con la declaración de otros testigos, la joven añadió: “Estaba agonizando, tenía sangre en la cabeza y las ruedas marcadas en las costillas”.

Continuaron los días de juicios y se pudo demostrar que Maggioni embistió al rapero, dándose a la fuga y arrollando su cuerpo. A su vez, también se pudo comprobar que la víctima no llevaba casco ni era dueño de la motocicleta que manejaba, a pesar de que “esas meras faltas administrativas no le quitan la vida a nadie”, tal como lo explicó la fiscal y luego agregó: “Santiago conducía por una arteria de mayor jerarquía, tenía prioridad de paso y confió en el principio de confianza, confió en que ningún automovilista se iba a interponer en su trayectoria. A esto se le agrega la situación de alcohol, que está como prueba y que dio positivo en 0,5g/l. Pero ¿cuánto sería el grado de alcohol que presentaba a las 6.45, hora del accidente?".

La defensa

A su vez, el abogado Gabriel Filippini buscó una pena más leve para su defendido: “Entendemos que la situación nos posiciona dentro del mínimo de la escala penal, es decir, 3 años de ejecución condicional e inhabilitación para conducir por el término de 5 años.

En caso de que se dé la pena máxima, solicitamos que el cumplimiento de su condena sea con prisión domiciliaria y con la posibilidad de salidas laborales”. Como defensa, también remarcó en todo momento la ausencia de casco y explicó: “Santiago no sólo puso en riesgo su propia vida, también la de terceros, al igual que el propio imputado. La excesiva velocidad en la que iba la motocicleta ha imposibilitado observar la presencia del tránsito de la camioneta. El impacto se produce cuando la traffic ya ingresaba a traspasar, con su parte delantera, la siguiente vía de la avenida, lo que genera una responsabilidad en el conductor de la moto. La víctima tampoco respetó la velocidad establecida por la norma de tránsito, que es de 60 km/h. Al igual que tampoco tenía carnet de conducir, autorización de manejo, no era titular del rodado, manejó sin uso del casco normalizado y no respetó la prioridad de paso porque, si bien la avenida es continuación de una Ruta Nacional, se transforma en una arteria de circulación de tránsito urbano”.

Además, el conductor aseguró no haber visto la moto ya que una obra en construcción dificultó su visión y explicó que sólo pudo sentir el golpe, reconociendo que se dio a la fuga en una situación de “nerviosismo, miedo y temor”.

"Le dije que no lo odio y que todo lo que hice fue porque mi hijo se merece justicia. Le pedí que cumpla con la ley y que después de esto salga adelante, que sea buen padre, buen hombre y ciudadano. Que aproveche su vida, porque la tiene. Ahí él me abrazó muy fuerte, y me dijo ‘perdoname, perdoname, perdoname’ así, tres veces, a lo que le respondí 'quedate tranquilo que Santiago ya te perdonó'" - Laura Junco, madre de la víctima.

El día final

El miércoles 15 de mayo se realizó la sentencia en la que se determinó la pena que luego recibió Paulo Antonio Maggioni. A pesar de la exhaustiva manera en que el abogado intentó convencer al juez, Juan José Tutau, de adjudicarle una pena menor a su defendido, éste optó por vestirse de justicia dándole la pena máxima sin hacer caso de la prisión domiciliaria.

En los alegatos, la fiscal confesó el motivo de haber elegido dicha cantidad de años: “Solicitamos la pena mencionada por la brutal y repudiable conducta del imputado de, no sólo haber abandonado a la víctima, sino con el plus de brutalidad de haber arrollado el cuerpo. También se debe tener en cuenta que existen dos agravantes, por lo tanto, esta Fiscalía entiende que debe solicitar una pena que se aleje del mínimo, aun reconociendo que Maggioni no presenta ningún antecedente condenatorio”.

Después de la sentencia, Laura Junco se acercó a hablar con el padre del acusado y ambos, casi al unísono, se dijeron “lo lamento mucho. Luego, ella sintió empatía por Maggioni que se encontraba congojado, sentado sin poder levantar la vista, por lo que se acercó a hablarle: "Le dije que no lo odio y que todo lo que hice fue porque mi hijo se merece justicia. Le pedí que cumpla con la ley y que después de esto salga adelante, que sea buen padre, buen hombre y ciudadano. Que aproveche su vida, porque la tiene. Ahí él me abrazó muy fuerte, y me dijo ‘perdoname, perdoname, perdoname’ así, tres veces, a lo que le respondí 'quedate tranquilo que Santiago ya te perdonó'. Mucha gente no entiende que yo haya hecho esto, pero lo tomo como un acto de amor hacia mi hijo porque no lo condené yo, lo condenó la justicia”.

La tarde del 15 de mayo, los Tribunales, y sobre todo San Lorenzo, se vistieron de justicia. Se vieron repletos de gritos ahogados por las lágrimas, la tranquilidad por parte de sus familiares y amigos que miraron al cielo diciendo: Santiago va a descansar en paz”.

Hoy, en el día de su cumpleaños, Laura Junco recuerda a su hijo como el primer día. Así lo hizo a través de una publicación de Facebook:

"YO SEGUIRÉ NOMBRÁNDOTE HASTA MI ULTIMO SUSPIRO...Santiago Leguizamón. Te nombro, porque es mi derecho. Te nombro, porque sigues siendo parte de mí. Te nombro, para hacerte presente. Te nombro, porque aunque todos te olviden, tú sigues siendo parte de mis días. Te nombro, porque es una forma de honrarte. Te nombro porque el amor es más grande que tu ausencia. Te nombro, porque te extraño. Te nombro, porque no existe razón para que no pueda hacerlo. Te nombro, porque cada vez que siento tu nombre me llena el alma. Te nombro, aunque a veces siento que molesta. Te nombro, para que nadie te olvide. Estés donde estés, yo seguiré pronunciando tu nombre, porque nuestro amor continúa, sigues siendo mi hijo por toda la eternidad".

 
 
 

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